El trasplante de cornea no es más que una intervención quirúrgica que consiste en reemplazar el tejido de la córnea que está dañado por tejido sano. Con esta pequeña intervención, lo que se consigue es corregir y perfeccionar la agudeza visual del paciente, extirpar todo aquel tejido inflamado, recuperar la anatomía de la córnea y mejorar su apariencia. Este tipo de trasplantes no son demasiado complicados y suelen dar excelentes resultados.
La primera vez que se hizo un trasplante de cornea fue en 1824. Un doctor de nombre Reisinger pudo separar las córneas que estaban enfermas y volver a reimplantarlas. Su intervención fue todo un éxito, pues las córneas cicatrizaron bien y denominó su trabajo como queratoplastia. Sin embargo, con el paso del tiempo, se han producido muchos avances en el trasplante de cornea, dados los avances en el campo de la medicina en materia de instrumental médico, procedimientos, medicamentos, donación de córneas y conservación de tejidos, e incluso con respecto a la utilización de córneas artificiales.
Dicho esto, existen diferentes trasplantes dependiendo del tipo de enfermedad. La córnea es una lente transparente que permite la entrada de luz, haciendo posible que se pueda ver. Cuando esta transparencia resulta dañada por una enfermedad congénita o adquirida (infección o traumatismo), se debe proceder a su intervención para recuperar la visión, ante una ceguera que puede ser parcial o total.
Son muy frecuentes los casos de ceguera parcial o total como consecuencia de una infección bacteriana, vírica, por hongos o parásitos. Si bien, la córnea también puede resultar dañada como consecuencia de algunas enfermedades, siendo las Distrofias y las Ectasias las más comunes.
Cuando esta ceguera ha sido provocada por un daño producido en la parte más superficial de la córnea, estamos ante un trasplante lamelar, lo que significa que ha de ser sustituida parcialmente.
El trasplante penetrante es un tipo de intervención en el que es necesario cambiar toda la córnea. Esto sucede cuando todas las capas de la misma se han visto afectadas.
Por último, el endotelio es el tejido más profundo de la córnea, y cuando está dañado es necesario cambiarlo a través del llamado trasplante endotelial.