El Orto K u Ortoqueratología, es un tratamiento basado en el uso de lentes de contacto, elaboradas con material hiperpermeable al oxígeno, lo cual brinda la posibilidad al usuario, de realizar su tratamiento mientras duerme. Es decir que las lentillas se colocan justo antes de la hora del descanso nocturno, pues el ojo podrá recibir oxígeno normalmente, a la vez que moldea la córnea, para que funcione de forma eficiente durante todo el día.
Este tratamiento es realizado, monitoreado y garantizado por el centro Fernández Velázquez. Está dirigido a personas con miopía y astigmatismo, y brinda a sus usuarios la oportunidad de mejorar la calidad de vida, por lo que representa una gran solución para los niños con este tipo de padecimiento visual.
Ser niño y tener un problema de visión, tiene una cantidad de consecuencias que se van extrapolando del malestar físico a problemas para la adquisición del aprendizaje y la autoestima, por lo que es muy importante tratarlo a tiempo y de esta forma minimizar las consecuencias.
A nivel físico, los niños parecen ser los mejores candidatos para un tratamiento orto K, ya que hay estudios estadísticos que muestran que el avance de la miopía, puede reducirse entre un 40% y hasta un 50% con respecto al uso de lentes normales o de contacto.
Es importante señalar que el tratamiento es reversible, por lo que al dejar de utilizar las lentillas, la córnea volverá a su estado original, es así por lo que el niño debe ser asesorado adecuadamente, a fin de entender la repercusión de este método sobre su salud visual, de lo cual también nos preocupamos en el centro Fernández Velázquez, donde estará asistido por personal especializado, lo que garantiza en gran medida el éxito del tratamiento.
Teniendo en cuenta que una de las razones por las cuales los problemas visuales en los niños siguen avanzando, es porque constantemente pierden o dejan olvidadas las gafas, este es un procedimiento que puede ser asistido por los adultos, lo que ayuda en gran medida a que se cumpla. Por otra parte, se le evita al niño todos los inconvenientes sociales que acarrea para él, tener que mostrarse con gafas, lo cual ya es una gran ganancia a nivel de autoestima y seguridad personal.