¿Qué tipo de transplante de córnea es el mejor?

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El trasplante de córnea es uno de los posibles tratamientos en el queratocono. Se calcula que entre un 10 a 20% de los pacientes con esta enfermedad lo necesitaran en los países mas desarrollados donde otros tratamientos son más fáciles de ser aplicados. De hecho, uno de los principales avances en los últimos años es el cross-linking […]

El trasplante de córnea es uno de los posibles tratamientos en el queratocono. Se calcula que entre un 10 a 20% de los pacientes con esta enfermedad lo necesitaran en los países mas desarrollados donde otros tratamientos son más fáciles de ser aplicados. De hecho, uno de los principales avances en los últimos años es el cross-linking para intentar estabilizar la córnea evitando que la enfermedad progrese hasta el punto que sólo esta cirugía sea efectiva.Existen en la actualidad dos tipos distintos de realizar el trasplante:

  • El clásico o penetrante donde toda la porción central de la cornea se reemplazaba por la de un donante.
  • Desde hace relativamente poco tiempo se ha empezado a utilizar una nueva técnica llamada DALK en la que se reemplazaba la cornea excepto las capas más profundas que generalmente no son las más afectadas por el queratocono.

Un nuevo estudio que verá la luz próximamente en la revista Ophtahlmology realizado por prestigiosos especialistas franceses ha pretendido comparar ambas técnicas para saber cual de ellas presentaba los mejores resultados a largo plazo:

  • En primer lugar, se estudio el endotelio corneal. Esta es la capa de células más profunda de la cornea y responsable de que la cornea sea transparente. Cualquier cirugía de este tipo (e incluso una de cataratas) puede lastimar esta delicada capa haciendo que un número importante de estas células muera. A menos de éstas, la córnea tendrá muchos más problemas para mantenerse en buenas condiciones. Pues bien, los resultados a cinco años son muy contundentes: En el trasplante clásico la mitad de las células murieron, mientras que en la nueva técnica DALK “sólo” el 22%. Estos números son muy importantes ya que se pueden correlacionar con la posible supervivencia del trasplante y la posible necesidad de un segundo más adelante en la vida. Así se calculó que la vida media de una cornea trasplantada por el método clásico sería de 17 años mientras que con la nueva DALK pasaría a ser de casi 50 años.
  • Al mismo tiempo se estudió la cantidad de agudeza visual que el paciente podría recuperar. Los resultados señalaron una ligera pérdida de visión con la técnica DALK cuando se comparaba con la técnica penetrante. Es decir, posiblemente los pacientes operados con la técnica clásica puedan ver algo mejor que con el nuevo procedimiento.

En resumen, las probabilidad de supervivencia de un trasplante corneal con la técnica DALK son muchísimas más altas que con la técnica clásica, por lo que puede ser empleada con confianza en personas más jóvenes sin miedo a tener que repetirlo otra vez más tarde aunque puedan ver ligerísimamente peor.