Queratocono es el nombre de una enfermedad que, afortunadamente, se detecta cada vez con mayor frecuencia. En concreto, se trata de una deformación a modo de cono (de ahí su nombre), que afecta a la córnea y que, progresivamente, va consiguiendo que la visión sea más borrosa hasta impedirla por completo. Sin embargo, gracias a los anillos intracorneales, este problema puede solucionarse de una forma eficaz e indolora.
Generalmente, el queratocono es un mal de origen congénito. Sin embargo, también puede deberse al debilitamiento del tejido corneal. De hecho, cuando aparece a edades adolescentes, lo normal es que se encuentre asociada a problemas de alergias. En este sentido, frotarse los ojos impulsivamente también puede ayudar a que su desarrollo se produzca.
Los tratamientos para el queratocono son muy variados y, por lo general, varían en función del estado en el que se encuentre la enfermedad. En un primer momento, suele bastar con unas gafas para, posteriormente, dar paso a las lentes de contacto. Asimismo, el método de ‘Cross-linking‘ resulta muy efectiva para detener el avance del problema, si bien es cierto que no lo soluciona. Para que esto sea posible es necesario acompañar la técnica con anillos intracorneales.
Los anillos intracorneales son semicírculos que se implantan, como su propio nombre indica, dentro de la córnea, gracias al láser. De este modo, pueden corregir la deformación que ha producido la enfermedad, lo que conlleva a que el paciente pueda volver a ver perfectamente. Se trata de un procedimiento quirúrgico extremadamente sencillo y cómodo para el paciente.
Hay que decir que estos anillos para el queratocono son especialmente efectivos en las primeras fases de la enfermedad. Y es que, cuando la córnea se encuentra en muy mal estado, puede que ya no sean útiles y que haya que recurrir a un trasplante. En cualquier caso, los resultados de los anillos intracorneales son excelentes y permiten restablecer la visión rápidamente.
La intervención quirúrgica para la colocación de estos anillos apenas dura 10 minutos. Además, no produce dolor y la anestesia se aplica en gotas directamente sobre el ojo, por lo que no produce efectos secundarios. Habitualmente, las personas que se someten a este tipo de intervención pueden volver a hacer su vida normal a partir de las 24 horas.
Sin duda, los anillos intracorneales son perfectos para poner solución a ese grave problema para la visión que puede suponer el queratocono. Por ello, si padeces esta enfermedad, no dudes en consultarnos para conocer las posibilidades que tienes a tu disposición.