La miopía no es una afección que se debería tomar a la ligera. De hecho, por tratarse de un padecimiento tan corriente, que afecta tanto a niños como a adultos, los síntomas tienen que ser considerados cuando se producen.
Vivir con miopía, indudablemente, puede afectar a la calidad de vida, haciendo que tareas simples como leer una señalización en la calle o mirar a la pizarra sea complicado y a veces, casi imposible.
¿Por qué ha incrementado la miopía a nivel mundial?
Individualmente, los genes pueden ser determinantes para contraer miopía, pero el incremento de esta enfermedad a escala global podría explicarse observando las costumbres en nuestras sociedades actuales.
Un factor de riesgo probable sería el tiempo que dedican jóvenes y adultos a estudiar. Antiguamente, era menos frecuente tomar el camino de la vida universitaria, pensamiento que ha cambiado para que quienes completen la secundaria apuesten ahora por la educación superior, las especializaciones y posgrados.
Quienes estudian más tienen un riesgo doble de tener miopía que quienes no continúan estudiando.
Otro factor observado es el de la poca exposición al medio ambiente, así, quienes pasan muy poco tiempo bajo la luz natural y al aire libre, podrían ser más propensos a tener miopía.
Es en las ciudades donde se concentra la mayor parte de afectados por miopía, siendo así, sería justo pensar que la forma de vida moderna y los avances son responsables del problema, aunque no podría hablarse directamente de los equipos digitales como teléfonos y tablets, pues el fenómeno estuvo presente en ciudades desde los años ochenta.
MIOPÍA A NIVEL MUNDIAL
En el año 2015, un estudio de las Jornadas Andaluzas de la visión reveló que la cuarta parte de la población total vive con las limitaciones comunes de la miopía.
El número ha aumentado; solo en Estados Unidos la incidencia se incrementó un 700 % y en Europa un 47 % desde la década de los setenta.
¿A mayor tecnología, avance y estilo de vida moderno aumenta también la miopía? Es lo que estos resultados sugieren.
LA MIOPÍA EN EL FUTURO
Por fortuna, existen tratamientos que pueden frenar el crecimiento de la miopía en el futuro. Uno de los más económicos es reencontrarse nuevamente con la naturaleza y realizar actividades que permitan al ojo reducir el progreso de la enfermedad.
El uso de lentillas especiales, las operaciones quirúrgicas y ciertos tipos de ejercicios también son fundamentales para tratar el problema; sin embargo, un futuro con una gran cantidad de miopes tendría que tener espacios confeccionados para sobrellevar la falta de visión lejana, así como señalizaciones más grandes y colores que acentúen las edificaciones en sus detalles.
