Existe una enorme cantidad de patologías que afectan al ojo, un órgano que, a pesar de su tamaño, posee una gran complejidad de mecanismos biológicos cuyo adecuado funcionamiento depende de la integridad de las estructuras que conforman al globo ocular. Entre ellas se incluye la córnea, un tejido muy superficial y avascularizado que tiene tendencia a lesionarse en una serie de patologías. A continuación te explicamos en que consiste la enfermedad del queratocono y cuales son sus síntomas:
¿Qué es el queratocono?
Entra dentro de las múltiples patologías oculares que afectan la calidad visual. La base anatómica de esta enfermedad del queratocono se encuentra en la córnea, una estructura muy superficial en la porción anterior del ojo imprescindible para la captación de estímulos externos. En algunas condiciones y pacientes, la córnea puede sufrir un debilitamiento progresivo que termina en un conjunto de malformaciones de carácter adaptativo, en los que predomina la visión borrosa.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del queratocono?
El queratocono se trata de un trastorno relativamente común que no tiende a tener diferencias epidemiológicas dependiendo del género, aunque es ligeramente más común en mujeres que en hombres. Por lo general se presenta de manera bilateral (es decir, en ambos ojos ) y se empieza a manifestar durante finales de la adolescencia o principios de la adultez.
Los principales síntomas del queratocono referidos por los pacientes consisten en visión borrosa, distorsión de la visión, diferentes sensibilidades a la luz e irritación ocular, aunque este último no suele presentarse en todos los pacientes afectados.
En un principio, puede que los síntomas no se presenten inmediatamente, sino que necesitan una buena cantidad de años (inclusive hasta una década) para hacerse notar. Es en este momento en el que se añaden otros problemas comunes, como la miopía o el astigmatismo.
¿Cuáles son las opciones terapéuticas para los pacientes afectados?
La valoración inicial debe hacerse por un oftalmólogo experto, por lo que la cita médica es imprescindible en estos casos. En muchos casos son indicados lentillas especiales que permiten adaptarse adecuadamente al defecto y corregirlo de la mejor manera posible, aunque esto no representa una solución definitiva. Son las cirugías como el trasplante de córnea y la inserción de anillos intracorneales las que permiten ofrecer una mejor calidad de vida independientemente de la severidad inicial del cuadro clínico. Sin embargo, como se dijo anteriormente, la recomendación final debe ser elaborada por un especialista, ya que se deben tomar en cuenta las características particulares de cada paciente.