La miopía magna en niños, también llamada alta miopía patológica, es un defecto visual grave que supera las 6 dioptrías. No solo dificulta la visión lejana: también incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones oculares severas en la edad adulta, como desprendimiento de retina, glaucoma o maculopatía miópica.
En los últimos años, su presencia ha aumentado de forma preocupante debido a más tiempo en actividades de visión cercana y menos exposición a la luz natural.
En el Centro Fernández-Velázquez, no solo tratamos ojos: cuidamos historias, familias y futuros. Este artículo está pensado para ti, madre o padre que busca:
- Respuestas claras sobre la miopía magna.
- Soluciones basadas en evidencia científica.
- Atención profesional y personalizada para proteger el bienestar visual de tu hijo.
Te invitamos a descubrir qué es la miopía magna, cómo se diagnostica, qué riesgos implica y, sobre todo, cómo podemos ayudarte a frenarla con tratamientos individualizados y tecnología de vanguardia en Madrid.
¿Qué es la miopía magna en niños?
La miopía magna es la forma más severa de la miopía y, a diferencia de la miopía infantil habitual, implica un alargamiento excesivo del globo ocular. Este estiramiento provoca que la imagen se enfoque por delante de la retina, causando visión borrosa de lejos y aumentando la tensión en las estructuras internas del ojo.
En niños, la miopía magna no solo progresa más rápido, sino que también predispone a daños irreversibles si no se detecta y controla a tiempo. Entre las posibles complicaciones se incluyen:
- Alteraciones en la retina y la mácula.
- Mayor riesgo de glaucoma.
- Aparición temprana de cataratas.
Comprender esta diferencia es clave: no todas las miopías son iguales y las que superan las 6 dioptrías requieren un seguimiento especializado y tratamientos diseñados para frenar su avance.
Causas de la miopía magna
La miopía magna es una condición multifactorial que combina predisposición genética, ambiente y, en algunos casos, factores médicos específicos. En el Centro Fernández-Velázquez entendemos que identificar estos factores de riesgo es clave para personalizar el tratamiento y frenar su progresión.
Entre la causas más comunes se encuentran:
🧬 Factores genéticos claves
La historia familiar de miopía es uno de los predictores más sólidos.
🌱 Influencia del entorno y pantallas
La exposición prolongada a pantallas y la falta de luz natural incrementan el riesgo de progresión por déficit de dopamina en la retina.
👶 Niños prematuros
Los bebés nacidos antes de las 37 semanas o con bajo peso tienen mayor predisposición a desarrollar miopía, incluso sin retinopatía del prematuro (ROP).
🧩 Síndromes médicos asociados
Más del 50 % de los casos de miopía alta infantil tienen condiciones subyacentes, como:
- Síndromes de Stickler y Marshall: trastornos del tejido conectivo que pueden provocar miopía, cataratas y un mayor riesgo de desprendimiento de retina.
- Síndromes de Marfan, Knobloch y Ehlers-Danlos: asociados a alteraciones en la matriz extracelular ocular que predisponen a miopía elevada.
Síntomas de la miopía magna en niños
La miopía magna infantil no siempre se detecta fácilmente en casa, pero ciertos signos pueden alertar a padres y educadores:
- Visión borrosa incluso con gafas o lentillas → indica que el defecto visual es elevado y puede asociarse a cambios estructurales en el ojo.
- Necesidad de acercarse mucho a objetos, libros o pantallas → para enfocar mejor y compensar la pérdida de nitidez.
- Dolor ocular o dolor de cabeza frecuente → consecuencia del esfuerzo visual constante.
- Guiños o entrecerrar los ojos → el niño intenta mejorar el enfoque reduciendo la entrada de luz difusa.
- Bajo rendimiento escolar o dificultad para ver la pizarra → relacionado con la mala visión a distancia.
- Sensibilidad excesiva a la luz (fotofobia) → posible señal de cambios en la retina o la mácula.
Dato clave: Ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda una revisión especializada completa con medición de la longitud axial.
Diagnóstico de la miopía magna infantil
Importancia de la biometría ocular
El problema real en la miopía no son las dioptrías,
es el tamaño del ojo
En el control riguroso de la miopía magna infantil, uno de los aspectos más relevantes –y lamentablemente ignorados en muchos centros– es la medición precisa de la longitud axial del ojo. Este parámetro, más allá de las dioptrías, es el indicador más fiable de progresión miópica y riesgo de daño estructural ocular.
La miopía magna se definía hace años como una refracción mayor a −6,00 D. Pero, en la actualidad, el criterio ha cambiado para considerar la biometría ocular, es decir, medir con precisión la longitud del ojo, la prueba más importante para poder realizar un diagnóstico completo.
Clasificación de la miopía por longitud axial
Es fundamental comprender los riesgos asociados a la miopía magna en niños, ya que las complicaciones pueden ser severas si no se controlan adecuadamente.

- Normal ( longitud ocular por debajo a 24 mm): compatible con ojo sin miopía o con miopía leve ( generalmente entre −0,50 a −3,00 D)
- Moderada ( entre 24,1–25,9 mm): asociado a miopía media con riesgo controlado ( generalmente entre −3,00 a −6,00 D)
- Magna (superior a 26 mm): claramente patológica, con riesgo elevado de lesiones retinianas y degeneración macular (casi siempre por encima de -6.00 D)
Diagnóstico preciso con Myopia Master
Cada milímetro adicional en longitud axial
incrementa exponencialmente el riesgo de complicaciones visuales a largo plazo
A diferencia de otros centros que carecen de tecnología adecuada y se limitan a una medición subjetiva en dioptrías, en el Centro Fernández‑Velázquez trabajamos con el Myopia Master, un equipo de última generación que combina:

- Biometría ocular exacta (longitud axial)
- Queratometría
- Refracción objetiva
Esto nos permite establecer protocolos individualizados, comparar progresión entre visitas y aplicar tratamientos preventivos antes de que la elongación axial cause daños irreversibles.
Diagnóstico temprano: claves científicas
Un abordaje riguroso requiere varias pruebas objetivas:
El diagnóstico adecuado de la miopía magna en niños es el primer paso para mitigar sus efectos a largo plazo.

Mediante tecnología óptica de alta precisión, se mide la distancia entre la córnea y la retina. Este parámetro es el más fiable para seguir la progresión miópica y establecer riesgos futuros. En el Centro Fernández‑Velázquez, esta medición se realiza con el avanzado Myopia Master, que unifica en un solo dispositivo la biometría, refracción objetiva y queratometría.
Evalúa la curvatura y el grosor corneal de forma tridimensional. Es fundamental, antes de iniciar tratamientos como Orto‑K, y permite descartar patologías corneales como queratocono incipiente, que contraindicarían el uso de ciertas lentes.
Examina el estado de la retina, el nervio óptico y la mácula. En niños con miopía magna, es crucial descartar signos tempranos de tracción retiniana, alteraciones del epitelio pigmentario o zonas de degeneración periférica que aumentan el riesgo de desprendimiento.
Permite determinar el grado real de miopía, eliminando la acomodación activa del niño. Es esencial para evitar errores de sobre o subcorrección en menores, especialmente cuando la miopía puede estar enmascarada por espasmos de acomodación.
Esta prueba no invasiva permite visualizar con altísima resolución las capas internas de la retina y la mácula. En niños con alta miopía, la OCT ayuda a monitorizar cambios precoces como afinamientos maculares o edema, muchas veces invisibles en la exploración directa.
Muchos centros aún carecen de esta tecnología avanzada o la utilizan de forma esporádica. En nuestra clínica, el enfoque es sistemático, completo y respaldado por la mejor evidencia científica disponible.

Advertencia a los padres: desconfía de diagnósticos sin biometría
Si en el centro donde te han valorado a tu hijo no han medido la longitud axial del ojo, el diagnóstico está incompleto. La biometría ocular es esencial para detectar riesgos reales y realizar un seguimiento adecuado.
Consecuencias visuales a largo plazo
La miopía magna implica una elongación excesiva del globo ocular, especialmente cuando supera los 26 mm —lo que eleva dramáticamente el riesgo de las siguientes complicaciones a lo largo de la vida:

La tracción sobre la retina por el estiramiento excesivo de la pared ocular puede provocar desgarros o desprendimientos. Los niños con miopía magna presentan un riesgo 10 veces mayor en comparación con aquellos con ojos de longitud axial normal.
El alargamiento del ojo altera la anatomía del nervio óptico, facilitando la aparición de glaucoma incluso en pacientes jóvenes. El control de la presión intraocular y el seguimiento estructural del nervio óptico son fundamentales.
En casos avanzados, la retina macular puede presentar atrofia progresiva, neovascularización y cicatrices que deterioran la agudeza visual de forma permanente. Esta es una de las principales causas de baja visión en adultos que tuvieron miopía magna infantil no tratada adecuadamente.
El riesgo de opacidad del cristalino se adelanta significativamente. Los niños con altas miopías tienen mayor probabilidad de necesitar cirugía de cataratas en etapas más precoces de la vida.
Estas consecuencias se acumulan cuanto más tiempo el ojo permanece elongado sin control. Por ello, la intervención precoz no es una opción: es una necesidad médica crítica.
No dejes que la miopía magna limite el futuro de tu hijo
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Tratamientos para frenar la progresión de la miopía infantil
Los tratamientos más comunes para intentar frenar la progresión de la miopía en niños son:
El uso de atropina al 0,01–0,05 % ha demostrado en múltiples estudios clínicos ser eficaz para reducir la velocidad de progresión miópica. Su mecanismo actúa a nivel de los receptores muscarínicos en la retina y coroides, disminuyendo el estímulo de crecimiento ocular. Es segura en población pediátrica y se administra en colirios diarios bajo control oftalmológico periódico.
Además de usar el colirio de atropina, el paciente deberá usar su corrección óptica u Orto-K para ver bien.
Las lentes Orto‑K son lentes especiales que se utilizan durante la noche para moldear de forma temporal la córnea. Este efecto corrector permite ver bien durante el día sin gafas ni lentes, pero además, estudios clínicos han demostrado que la Orto‑K reduce la elongación axial anual, siendo un pilar fundamental del control miópico.
En el Centro Fernández‑Velázquez, gracias a una cuidadosa topografía corneal 3D con Pentacam, y protocolos avanzados de adaptación, podemos alcanzar correcciones efectivas de hasta −5 a −7 dioptrías en determinados casos seleccionados. Cuando es necesario, estas lentes pueden combinarse con gafas de baja potencia durante el día para completar la corrección, garantizando visión funcional y control axial simultáneo.
Utilizamos lentes especiales que modifican el enfoque periférico (como Hoya MiYOSMART, Essilor Stellest, entre otras), diseñados para ralentizar el crecimiento axial al corregir no solo el centro visual sino también el desenfoque periférico asociado al estímulo de elongación ocular. Son ideales para niños que no toleran lentes de contacto o como complemento a otros tratamientos.
La terapia visual se utiliza como tratamiento complementario en casos donde existen alteraciones de la acomodación, disfunción binocular o esfuerzo visual excesivo, factores que pueden acelerar la progresión miópica. Consiste en una serie de ejercicios visuales guiados, personalizados, que mejoran la coordinación ojo-cerebro y ayudan a reducir la fatiga visual, especialmente en niños con exceso de trabajo cercano (lectura prolongada, pantallas).
Tratamiento | Mecanismo de Acción | Eficacia Clínica | Indicaciones Principales | Observaciones Especiales |
---|---|---|---|---|
Atropina (0,01–0,05 %) | Bloqueo muscarínico en retina y coroides | Reducción de elongación axial hasta 60 % | Progresión rápida de miopía | Aplicación diaria de colirio |
Orto‑K | Moldeo corneal nocturno; reduce desenfoque periférico | Reducción axial entre 30–60 % | Niños activos e intolerantes a gafas | Puede combinarse con gafas si miopía >7 D |
Lentes de control miópico | Enfoque óptico periférico modificado | Progresión reducida en torno al 50 % | Niños que no toleran lentes de contacto o inicia tratamiento | Uso en gafas convencionales, efecto combinado con otros métodos |
Terapia visual | Mejora acomodación y coordinación binocular | Variable según caso (complementaria) | Fatiga visual o disfunciones acomodativas | Requiere adherencia a ejercicios visuales supervisados |
Descubre más sobre cómo controlar y tratar la miopía en niños.
Luz roja: el tratamiento más avanzado para frenar la miopía magna

La terapia de luz roja de baja intensidad (RLRL) representa uno de los avances más prometedores en el control de la miopía magna. Esta técnica moderna y segura ha demostrado en estudios clínicos su capacidad para ralentizar —e incluso revertir parcialmente— el crecimiento axial del ojo, algo especialmente valioso en casos avanzados.
En el Centro Fernández‑Velázquez, pronto dispondremos de esta tecnología exclusiva de Eyerising, siendo uno de los primeros centros en Europa en ofrecerla a pacientes con miopía elevada.

¿Cómo funciona?
La luz roja (650 nm) se aplica con un dispositivo aprobado, durante 3 minutos por ojo, dos veces al día, de forma indolora y cómoda. Estimula la retina y la coroides, mejorando el flujo sanguíneo y engrosando tejidos clave, lo que contribuye a estabilizar o reducir el alargamiento del ojo.
¿Por qué es ideal para la miopía magna?
La miopía magna se asocia con un alto riesgo de patologías visuales graves. Esta terapia ha mostrado una eficacia superior a tratamientos como la atropina o las lentes Orto‑K en ojos muy alargados, convirtiéndose en la mejor opción para frenar el deterioro.
¿Es compatible con otros tratamientos?
No puede combinarse con atropina, pero sí puede utilizarse junto con lentes oftálmicas especiales o, en algunos casos, Orto‑K. Su aplicación requiere seguimiento clínico riguroso mediante biometría ocular.
Tecnología exclusiva y plazas limitadas
La disponibilidad de dispositivos es aún muy limitada en Europa. Por eso, ofreceremos este tratamiento con cupo restringido a pacientes que cumplan criterios clínicos, bajo estricta supervisión profesional.
¿Tu hijo podría beneficiarse de esta terapia?
Si tu hijo tiene miopía elevada o está empeorando rápidamente, la terapia de luz roja puede marcar la diferencia. Contacta con nosotros para una evaluación personalizada o reserva tu plaza.
Especialistas en lentes de contacto para alta miopía
En casos de miopía magna, la adaptación de lentes de contacto no es solo una opción de corrección: es una necesidad técnica que exige precisión, experiencia y materiales avanzados. En el Centro Fernández‑Velázquez, somos especialistas en la adaptación de lentes de contacto exclusivas para pacientes con alta miopía, incluyendo niños y adolescentes.
Contamos con una amplia experiencia clínica y los equipos necesarios para adaptar lentes que no están disponibles en ópticas convencionales. Esta especialización nos permite ofrecer:

Lentillas blandas “High Myopia” – Ultravision
Disponemos de la gama de lentillas blandas “High Myopia” del laboratorio británico Ultravision, diseñadas específicamente para adaptarse a córneas con necesidades extremas. Estas lentes permiten corregir hasta 45 dioptrías de miopía, ofreciendo una alternativa cómoda, eficaz y estable tanto para niños como adultos con limitaciones visuales graves que no toleran gafas convencionales.

Lentes esclerales
En situaciones de irregularidad corneal, intolerancia a lentes blandas o cuando se requiere una óptica más sofisticada, adaptamos lentes de contacto esclerales. Estas cubren completamente la córnea y se apoyan sobre la esclera, ofreciendo:
- Visión nítida y estable incluso en córneas deformadas
- Mayor comodidad para un uso más extenso en horas
- Protección corneal y mejor hidratación ocular

Orto-K en altas potencias
En el Centro Fernández‑Velázquez somos expertos en adaptar lentes Orto‑K especiales para altas miopías, una solución ideal para niños con miopía progresiva que necesitan algo más que lentes estándar.
Gracias a nuestra topografía Pentacam y el uso del software exclusivo Wave Contact Lenses, diseñamos lentes personalizadas con máxima precisión, capaces de corregir hasta −9 dioptrías o más en algunos casos.
Estas lentes moldean la córnea durante la noche, ofreciendo visión clara durante el día y ayudando a frenar el alargamiento axial del ojo, uno de los factores clave en la progresión de la miopía magna.
Si a tu hijo le han dicho que no es candidato para Orto‑K, consúltanos.
La tecnología existe, y nosotros sabemos cómo aplicarla.
Confianza, ciencia y soluciones reales
En el Centro Fernández‑Velázquez, aplicamos la ciencia con precisión para cuidar la visión de tu hijo. Desde la biometría ocular hasta las lentes de contacto personalizadas y la nueva terapia de luz roja, contamos con herramientas clínicas avanzadas para controlar eficazmente la progresión de la miopía magna.
Solicita tu cita hoy y descubre si tu hijo puede beneficiarse de nuestros tratamientos especializados.
La tecnología existe. El conocimiento también. Solo falta dar el primer paso
¿Tu hijo tiene miopía elevada o sigue empeorando?
Preguntas frecuentes sobre miopía magna infantil
Aunque en la mayoría de los casos la miopía magna se manifiesta entre los 6 y 12 años, especialmente durante los picos de crecimiento ocular, también puede estar presente desde el nacimiento. En casos congénitos o asociados a síndromes genéticos, prematuridad o retinopatía del prematuro, la miopía magna puede diagnosticarse incluso en los primeros meses de vida. Su progresión suele ser más rápida y agresiva si no se interviene precozmente con un enfoque clínico completo y tecnología de seguimiento axial como la que usamos en el Centro Fernández‑Velázquez.
No, la miopía magna no es reversible, ya que implica una elongación estructural del globo ocular que no puede deshacerse. Una vez que el ojo ha crecido en longitud axial —particularmente por encima de los 26 mm— no existen tratamientos que puedan reducir físicamente ese alargamiento ni “corregir” el daño estructural ya presente.
Según estudios iniciales en niños, sí, sin efectos secundarios adversos.
Sí, en el Centro Fernández‑Velázquez adaptamos lentes Orto‑K especiales de alta potencia que permiten corregir miopías elevadas, incluso por encima de −7 dioptrías en algunos casos. Gracias a nuestro software exclusivo de diseño y la topografía corneal avanzada, podemos personalizar cada lente con gran precisión. Esta opción no solo mejora la visión durante el día, sino que ayuda a frenar la progresión de la miopía en casos complejos.
¿Tu hijo tiene miopía elevada o sigue empeorando?
Estamos listos para ayudarte con la tecnología más avanzada en miopía infantil.