Un examen completo de la vista te permite identificar cuál es la graduación idónea para tus anteojos o lentes de contacto, en caso de que los necesites. Pero también te permite determinar si padeces alguna enfermedad más grave.
Y es que un examen de la vista es muy diferente de un examen exhaustivo de los ojos. El primero solo permite detectar algunos problemas relativamente menores. Esta comprobación la puede realizar, en mayor o menor grado, cualquier persona con la capacitación y el equipo adecuados. En cambio, una revisión integral de los órganos oculares es realizada exclusivamente por un oftalmólogo.
Algunos creen que estas afecciones no comienzan a manifestarse hasta la edad adulta. Pero los niños también están expuestos. Un problema común en aquellos que padecen de visión defectuosa a una edad temprana es que no se percatan de ello. Piensan que su vista imperfecta es normal, igual a la de los demás.
A menudo, hasta que el pequeño comienza a asistir a la escuela sus padres y maestros no sospechan que podría tener un problema de la vista. Lo que los lleva a buscar ayuda profesional es que su hijo presenta dificultades para leer, poner atención en clase y realizar sus tareas escolares. Diagnosticar alguna deficiencia en la visión de tu hijo cuando está en sus primeros años, evitará que su problema se agrave. Además, le permitirá disfrutar de una excelente calidad de vida y tener un mejor aprovechamiento escolar.
Casi todos, tarde o temprano, seremos diagnosticados por enfermedades como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. Además de estos males, hay otros que pueden causar una visión gravemente disminuida, incluso pérdida total, si no se tratan a tiempo. Uno de estos padecimientos es la ambliopía, una disminución visual causada por una retina insensible. Otra alteración ocular es el queratocono. Ocurre cuando la córnea es más delgada de lo normal y se mueve hacia adelante, ocupando una posición distinta de la habitual. De hecho, el significado etimológico de queratocono es ‘córnea en forma de cono’. También podemos mencionar enfermedades como el glaucoma y la enfermedad diabética del ojo, bastante tratables si se detectan a tiempo.
Sin importar nuestra edad y estado de salud, todos estamos expuestos a padecer enfermedades oculares. Házte un reconocimiento médico regularmente. Si ya pasó mucho tiempo desde que fuiste al oftalmólogo por última vez o, peor aún, nunca has ido, ahora es el momento de realizar un examen integral. Todo sea por tener una visión sana, uno de nuestros sentidos más preciados.
