Cirugía refractiva: una solución moderna para la miopía

La cirugía refractiva se erige como un faro de innovación en el mundo de la oftalmología, ofreciendo una solución efectiva para quienes buscan corregir defectos visuales como la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía. 

Suponemos que ya conoces qué es la miopía, grados, tipos… y todos sus condicionantes.

Este artículo profundiza en las distintas técnicas de cirugía refractiva, analizando cada una de ellas para entender su proceso, recuperación y aspectos legales. 

Con una mirada detallada a los procedimientos, riesgos, y cuidados postoperatorios, este texto es una guía completa para aquellos considerando la cirugía refractiva como una vía hacia una mejor calidad de visión y de vida

¿Qué es la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva es un avance en el tratamiento de errores visuales como la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía. 

Mediante la modificación de la forma de la córnea o el ajuste del enfoque del ojo, estos procedimientos buscan mejorar la visión y, frecuentemente, reducir o eliminar la necesidad de gafas o lentes de contacto. 

Se emplean varias técnicas avanzadas, como LASIK, PRK y la implantación de lentes intraoculares fáquicas (ICL), adaptándolas a las necesidades únicas de cada paciente para una mejor visión y calidad de vida.

¿Cómo funciona la cirugía refractiva?

La cirugía refractiva corrige defectos visuales como la miopía, modificando la manera en que la luz se enfoca dentro del ojo. Este objetivo se logra principalmente de dos maneras:

1. Remodelación de la córnea: Procedimientos como LASIK y PRK utilizan un láser para ajustar la curvatura de la córnea, permitiendo que la luz se enfoque directamente sobre la retina y mejore la visión.

2. Implantación de lentes: Para casos más complejos o altos grados de miopía, se pueden insertar lentes intraoculares que ayudan a enfocar la luz correctamente hacia la retina.

Estas técnicas avanzadas buscan reducir la dependencia de gafas o lentes de contacto, ofreciendo una solución efectiva y personalizada para cada paciente. Con tecnología de punta, la cirugía refractiva es segura y proporciona resultados duraderos, mejorando significativamente la calidad de visión.

Tipos de cirugía refractiva

Las opciones más comunes incluyen la cirugía LASIK, PRK (o Epilasik), y la implantación de Lentes Fáquicas ICL.

Cirugía LASIK

Utiliza un láser para crear una pequeña solapa en la córnea y corregir el enfoque. Es rápida y con recuperación veloz, ideal para miopía moderada.

Cirugía PRK

Similar a LASIK pero con una solapa más delgada en la córnea, adecuada para córneas más delgadas y una recuperación un poco más prolongada. También se le conoce como LASEK o Epi-lasek.

Lentes Fáquicas ICL

Para miopía alta o córneas delgadas, estas lentes se implantan en el ojo sin remover el cristalino, mejorando la visión sin modificar la córnea. Ideal para quienes no son candidatos a LASIK o PRK.

Los diferentes métodos de cirugía refractiva, cada uno con sus propios beneficios, se eligen en función de las características del ojo del paciente y sus necesidades visuales. 

La decisión del procedimiento más adecuado se hace tras una evaluación detallada por un oftalmólogo experimentado.

Candidatos para la cirugía refractiva

No todos son candidatos ideales para estos procedimientos. Los criterios para determinar la idoneidad incluyen:

Los candidatos ideales deben tener una prescripción ocular que haya permanecido estable durante al menos el último año, indicando que su miopía, hipermetropía o astigmatismo no está avanzando.

Generalmente, se recomienda que los pacientes sean mayores de 18 años, con preferencia por aquellos que tienen más de 22 años, para asegurarse de que su visión se ha estabilizado.

Los ojos deben estar libres de enfermedades, infecciones o lesiones. Condiciones como el ojo seco severo, queratocono, o enfermedades de la córnea pueden descalificar a los pacientes para ciertos tipos de cirugía refractiva.

Un grosor corneal adecuado es crucial para procedimientos como LASIK y PRK, ya que parte del tejido corneal se remueve durante la cirugía. Los pacientes con córneas delgadas pueden considerar alternativas como las lentes ICL.

Es importante que los pacientes comprendan lo que la cirugía puede y no puede hacer, y tengan expectativas realistas sobre los resultados.

Ciertas condiciones médicas sistémicas que afectan la capacidad de curación del cuerpo pueden descalificar a los pacientes para la cirugía.

Proceso preoperatorio de la cirugía refractiva

Antes de someterse a una cirugía refractiva, los pacientes pasan por un proceso preoperatorio detallado diseñado para asegurar la seguridad y efectividad del tratamiento.

Este proceso incluye evaluaciones exhaustivas y preparativos específicos.

  • Examen ocular completo: Incluye pruebas de agudeza visual, refracción, presión intraocular, y topografía (mapeo) corneal para determinar la forma y el grosor de la córnea. Estos exámenes ayudan a identificar la mejor técnica quirúrgica y a personalizar el procedimiento al paciente.
  • Historia médica y ocular: Se revisa la historia clínica para identificar condiciones que puedan influir en la cirugía o la recuperación.

  • Suspensión de lentes de contacto: Los pacientes deben dejar de usar lentes de contacto por un período recomendado antes de la evaluación y la cirugía, ya que los lentes pueden alterar la forma de la córnea. El tiempo varía según el tipo de lentes, siendo típicamente de 2 a 4 semanas para lentes blandos y hasta varias semanas para lentes rígidos o permeables al gas.
  • Instrucciones preoperatorias: Se aconseja a los pacientes evitar maquillaje, lociones o perfumes el día de la cirugía para reducir el riesgo de infecciones. También se pueden prescribir medicamentos o gotas para preparar el ojo para la operación.

  • Se recomienda que el paciente venga acompañado para el regreso a casa después del procedimiento.
  • Se revisarán y confirmarán los consentimientos informados y las expectativas del procedimiento.

El proceso preoperatorio es crucial para evaluar la aptitud del paciente para la cirugía refractiva, aumentando el éxito y minimizando riesgos.

Una buena comunicación con el equipo oftalmológico preparará al paciente adecuadamente.

El procedimiento quirúrgico

Este es el procedimiento general para cada tipo de operación:

En LASIK, tras anestesiar el ojo, se crea un flap corneal para luego remodelar la córnea con un láser. El flap se reubica sin suturas. 

Conoce más sobre el procedimiento de Lasik

PRK implica la eliminación del epitelio corneal y posterior remodelación con láser, seguido de la colocación de una lente de contacto terapéutica.

Conoce más sobre el procedimiento de PRK

Ambas intervenciones duran unos minutos por ojo y la elección entre ambos depende de factores como el espesor de la córnea y las necesidades del paciente.

Recuperación y cuidados post-cirugía

La recuperación tras cirugías refractivas como LASIK y PRK implica cuidados específicos. 

Tras LASIK, la visión mejora casi de inmediato, recomendándose descanso y evitar frotar los ojos durante la primera semana. 

En cambio, PRK requiere más tiempo para una recuperación visual completa y puede causar molestias iniciales, manejadas con una lente de contacto terapéutica y medicación. 

Para ambos procedimientos, se deben seguir indicaciones sobre gotas oftálmicas y evitar actividades de riesgo, con seguimientos regulares para asegurar una recuperación adecuada.

Riesgos y efectos secundarios

La cirugía refractiva, incluyendo LASIK y PRK, presenta algunos riesgos y efectos secundarios. 

Los más comunes son la sequedad ocular temporal, halos y deslumbramientos, y fluctuaciones en la visión. 

En casos raros, puede requerirse un retoque o surgir complicaciones como infecciones o ectasia corneal. 

Discutir estos riesgos con el cirujano y seguir las indicaciones postoperatorias es muy importante para una recuperación segura.

Dr Fernández-Velázquez

Aspectos legales de la cirugía refractiva

Los aspectos legales de la cirugía refractiva incluyen una serie de consideraciones importantes para asegurar que los pacientes estén debidamente informados y protegidos antes de someterse a cualquier procedimiento.

Entre estos aspectos destacan:

Consentimiento informado
Antes de la cirugía, se requiere que los pacientes firmen un consentimiento informado.

Este documento detalla la naturaleza del procedimiento, los beneficios esperados, los posibles riesgos y efectos secundarios, así como alternativas al tratamiento propuesto.

El objetivo es asegurar que el paciente comprenda completamente el procedimiento y sus implicaciones antes de proceder.

Regulaciones médicas
La cirugía refractiva está regulada por autoridades sanitarias nacionales e internacionales, que establecen estándares estrictos para la práctica de estos procedimientos.

Esto incluye la certificación de los dispositivos utilizados, las calificaciones y la formación de los cirujanos, así como las condiciones de los centros donde se realizan las cirugías.

Derechos del paciente
Los pacientes tienen derechos específicos relacionados con la cirugía refractiva, incluyendo el derecho a recibir atención de calidad, a ser informados sobre su condición y opciones de tratamiento, y a la confidencialidad de su información médica.

Responsabilidad profesional
Los cirujanos y los centros que realizan cirugía refractiva tienen la obligación legal y ética de proporcionar atención conforme a los más altos estándares de la práctica médica.

Esto incluye mantenerse actualizados con los últimos avances en el campo y adoptar las mejores prácticas para la seguridad y el bienestar de los pacientes.

Es crucial que los pacientes discutan estos aspectos con su cirujano y el equipo médico antes de la cirugía para comprender completamente el marco legal y regulatorio que rodea estos procedimientos.

Esto asegura una experiencia transparente y segura para todos los involucrados.

Preguntas Frecuentes

El efecto de la cirugía refractiva, como LASIK o PRK, está diseñado para ser permanente en la corrección de la visión asociada con errores refractivos. La mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en su visión que dura muchos años o incluso de por vida. Sin embargo, es importante notar que el proceso natural de envejecimiento puede afectar la visión con el tiempo, independientemente de cualquier procedimiento quirúrgico previo. Condiciones como la presbicia, que suele aparecer a partir de los 40 años, pueden requerir el uso de lentes de lectura. Además, algunos pacientes pueden experimentar cambios en su visión debido a factores no relacionados con los errores refractivos corregidos inicialmente, lo que podría requerir ajustes ópticos adicionales en el futuro.

El costo de la cirugía refractiva varía considerablemente dependiendo de varios factores, incluyendo la ubicación geográfica, la experiencia y reputación del cirujano, el tipo específico de procedimiento realizado (como LASIK, PRK, o ICL), y las tecnologías o técnicas utilizadas. 

Es importante considerar que, aunque el costo inicial puede parecer elevado, la inversión en la cirugía refractiva puede compensarse a largo plazo con la reducción o eliminación de la necesidad de gafas o lentes de contacto, así como la mejora en la calidad de vida.

La cirugía refractiva tiene contraindicaciones, como menores de 18 años, embarazo, córneas delgadas o irregulares, enfermedades oculares activas, condiciones autoinmunes, inestabilidad en la prescripción visual y ojo seco severo. Es vital una evaluación detallada por un especialista para determinar la idoneidad del paciente.

La cicatrización completa del ojo después de una cirugía láser como LASIK puede variar, pero la mayoría de los pacientes experimentan una recuperación visual significativa en las primeras 24 a 48 horas. La cicatrización corneal completa y la estabilización de la visión pueden tomar de 3 a 6 meses. En el caso de PRK, donde se remueve la capa superficial de la córnea, el proceso de cicatrización puede ser más largo, con una recuperación visual completa que podría extenderse hasta varias semanas o meses.

La cirugía refractiva, incluidos procedimientos como LASIK y PRK, es considerada altamente segura y efectiva para la corrección de errores refractivos como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Con tecnologías avanzadas y técnicas quirúrgicas refinadas, las tasas de complicaciones graves son muy bajas. La mayoría de los pacientes logran una mejora significativa en su visión con un riesgo reducido de efectos secundarios a largo plazo. Sin embargo, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos asociados, aunque son mínimos y generalmente manejables. La clave para maximizar la seguridad y los resultados positivos es una evaluación detallada previa al procedimiento para asegurar que el paciente sea un candidato adecuado y un seguimiento cuidadoso postoperatorio.

La cirugía refractiva es extremadamente efectiva en la corrección de errores refractivos como la miopía, hipermetropía, y astigmatismo. La mayoría de los pacientes que se someten a procedimientos como LASIK o PRK experimentan una mejora significativa en su visión, alcanzando en muchos casos una agudeza visual normal sin la necesidad de gafas o lentes de contacto. La efectividad específica puede variar según el tipo de cirugía y las características individuales del paciente, incluyendo el grado del error refractivo y la salud general del ojo. Los estudios muestran altas tasas de satisfacción entre los pacientes, con mejoras notables en la calidad de vida y la visión. Sin embargo, es importante tener expectativas realistas y discutir los resultados potenciales con un especialista en cuidado ocular.