Lentillas esclerales: uso, cuidado y mantenimiento.

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Las lentillas esclerales son muy cómodas de usar, gracias a que se colocan en una zona del ojo, llamada esclera, carente de terminaciones nerviosas. Son semirrígidas hechas de un material especial de alto paso de oxígeno. Su tamaño es mayor de lo habitual, siendo su diámetro similar al de las lentillas blandas.

Se utilizan cuando con una lentilla convencional no se alcanzan las irregularidades periféricas que pueda tener la córnea o no se logre centrarla de forma correcta. Puede utilizarse, por ejemplo, en pacientes que acaben de someterse a una queratoplastia (trasplante de córnea), o en aquellos a quienes se acabe de implantar unos anillos intracorneales por tener un queratocono.

También son aconsejables para pacientes con problemas de ojo seco severo, ya que alivian el picor ocular y sensación de arenilla que genera esta patología. Están especialmente indicadas para estos pacientes porque, ya que son más rígidas y grandes, se pueden llenar de lágrima artificial para mantener el ojo permanentemente húmedo. Tanto para su colocación como para ser retiradas, necesitan unas ventosas.

Cuidado y Mantenimiento de las Lentillas Esclerales

Para garantizar una experiencia óptima con tus lentillas esclerales y prolongar su vida útil, es esencial seguir ciertas pautas de cuidado y mantenimiento. Aquí te ofrecemos una breve guía para que tus lentes te brinden una visión clara y cómoda durante mucho tiempo.

Inserción y Extracción de las Lentillas Esclerales

Inserción

  • Lávate bien las manos y sécalas completamente antes de tocas las lentes.
  • Utiliza un espejo amplio y bien iluminado y siempre manipula las lentes sobre una superficie limpia.
  • Al sacar las lentillas del estuche, se pueden aclarar con una solución salina sin conservantes para evitar que quede alguna partícula o pelusa sobre la lente.
  • En la ventosa de inserción se apoyará la lente, con delicadeza, en el lado más ancho. No hagas presión para evitar que se quede pegada la lentilla a la ventosa
  • Rellena completamente la lentilla con la solución especial que te hemos recomendado (siempre sin conservantes)
  • Se coloca la lentilla en el ojo, manejándola con la ventosa. evitando hacer excesiva presión sobre el ojo.

Extracción

  • Lava bien las manos y sécalas completamente.
  • Tomar la ventosa de menor tamaño y aproximarla al centro de la lentilla.
  • Presionar suavemente la ventosa sobre la lentilla, hasta engancharla, y extraerla.

Al levantarse

  • No es aconsejable ponerse las lentes de contacto nada más despertar. Intenta que transcurran, al menos, diez minutos ya que solemos tener más sequedad nada más abrir los ojos después de una noche de sueño.
  • A la hora de extraerlas, tampoco es recomendable quitarlas justo en el momento de ir a dormir, sino, cómo mínimo, veinte minutos antes así prepararemos mejor los ojos para dormir. .

Limpieza y Almacenamiento

Limpieza

  • Se deben limpiar las lentillas y cambiar el líquido donde se guardan, a diario.
  • Introduce cada lente en la celdilla del estuche
  • Realiza el ciclo de limpieza recomendado

Almacenamiento

Si no vas a usar las lentes inmediatamente después de la limpieza, guárdalas en un estuche especial con solución desinfectante. Cambia la solución diariamente y limpia el estuche regularmente para evitar la acumulación de bacterias.

Dormir

Nunca se debe dormir con las lentillas puestas.

Inspección

Nunca se deben poner si están agrietadas o rotas.

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